28 de enero de 2009

El test de la muerte...

El otro día me encontré con una jalada que se llama el test de la muerte y me dije a mi mismo, bueno, a ver de qué chingaus se trata esto. Tons, pos lo contesté.

Y bueno, nada nuevo en el horizonte, lo que dice es que me voy a morir a los 72 dos años, en el 2050, seguramente de un paro cardiaco.

Y digo nada nuevo porque la forma de vida que me he (mal) dado no amerita menos.

La verdad es que quedé satisfecho, pues además de que me gustó el año en que moriré, dije: después de esa edad uno ya ha de dar lástima, Jeremy tendría para ese año unos 48 y el que recién llega, Jerico, tendría 42. Tons, dije, bueno, pos a morirse tranquilo.

Peeeeeeeeeroooooooo... leí sobre este tipo increíble que auque no es de mi equipo la verdad es que inspira mucho.

Y entonces, ya me dio el remordimiento de morirme a los 72.

27 de enero de 2009

Este blog no ha muerto...

... parezca lo que parezca.

Solo que bueno, las navidades no son como que muy acá para contar nada y aunque sí han pasado un chingo de cosas, pues aquellas otras chambitas que se busca uno acaban por consumir las ideas.

Pero decía que sí han pasado algunas cosas, como que el Jerico ya pesa un chingo y la mamá ya está que no se la acaba... pobre, no se como sería eso de dormir casi sentado.

Y además como este blog estaba siendo hasta ahora depositario de cosas sin ton ni son, y espero que así siga, pues lo había dejado un poco de lado... hasta que descubrí que se había convertido en uno más de aquellos millones de blogs que no se actualizan por lo menos una vez al mes, y entonces pensé que mi otro yo estaba perdiendo la capacidad de serdospuntocero... qué mamada!

En fin, que aquí está mi otro yo de regreso.