El otro día me encontré con una jalada que se llama el test de la muerte y me dije a mi mismo, bueno, a ver de qué chingaus se trata esto. Tons, pos lo contesté.
Y bueno, nada nuevo en el horizonte, lo que dice es que me voy a morir a los 72 dos años, en el 2050, seguramente de un paro cardiaco.
Y digo nada nuevo porque la forma de vida que me he (mal) dado no amerita menos.
La verdad es que quedé satisfecho, pues además de que me gustó el año en que moriré, dije: después de esa edad uno ya ha de dar lástima, Jeremy tendría para ese año unos 48 y el que recién llega, Jerico, tendría 42. Tons, dije, bueno, pos a morirse tranquilo.
Peeeeeeeeeroooooooo... leí sobre este tipo increíble que auque no es de mi equipo la verdad es que inspira mucho.
Y entonces, ya me dio el remordimiento de morirme a los 72.
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